lunes, 19 de agosto de 2013

New York (versión de edición)

El pasado 3 de agosto de 2013 tuvo lugar mi boda con María Plano. Fue un día estupendo, pues no faltaron emociones, lágrimas, abrazos, risas y, sobretodo, mucho amor. A todos los que estuvisteis con nosotros y a los que no pudisteis estar, GRACIAS.


La resaca no duró mucho, pero las post-boda dio de sí. Al día siguiente comimos con mi familia, pasamos la tarde con algunos amigos descifrando su regalo, y ya el 5 de agosto subimos a Gilet a la fiesta sorpresa que nos tenían preparada en nuestra particular Little Italy. Dejamos para el 6 todos los preparativos del viaje y apuramos demasiado. Sin embargo, el apurar nos sirvió para poder ver el trailer del vídeo de nuestra boda, al que podéis acceder desde el siguiente link.

Trailer #bodaMimmaXix

Se nos hicieron las 2.00 del día 7, y a las 3.30 nos desperábamos para emprender el rumbo al otro lado del charco. Un viaje esperado desde hacía mucho que por fin se hacía realidad: New York.

miércoles, 7 de agosto de 2013 

Raffaella nos acercó al aeropuerto de Manises, de ahí hicimos escala en Barajas donde llegamos a la T4S y una señora de AA (American Airlines) de presencia intimidatoria nos interrogó exhaustivamente: "¿quién le ha hecho la maleta? ¿llevan algún dispositivo electrónico? ¿cargan algún elemento para el narcotráfico?". Vamos, si hubiera dicho "¿son de los malos?" hubiera acabado antes. Nos puso una pegatina en el pasaporte y a esperar al embarque.
AA sació bastante nuestro apetito e hizo que de las ocho horas que duraba el viaje, tres las pasáramos engullendo. Así se hizo más llevadero. Una hora antes de llegar al aeropuerto JFK nos entregaron la declaración de aduanas, que había que rellenar una por familia (nosotros rellenamos una cada uno porque al tramitar la ESTA éramos solteros) y presentar con el pasaporte en la aduana de USA.


Un negro de película, grande y fuerte, nos esperaba en la entrada americana. Nos preguntó los días que íbamos a estar, tomó nuestras huellas dactilares, nos hizo una foto y nos dejó marchar. Hay quien no tiene tanta suerte y le toca entrar al cuarto oscuro a que inspeccionen sus maletas y a saber qué más, procedimiento que la aleatoriedad nos evitó.
Un señor de Viajes El Corte Inglés nos estaba esperando a la salida, y nos llevó a la puerta del hotel, el Grace Room Mate, situado en la calle 45 entre las avenidas 6ª y 7ª, una ubicación espectacular. 


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