miércoles, 22 de octubre de 2008

SiNuSoiDaL




¿Por qué surge, sólo en ciertos momentos, la necesidad de escribir?


Y volvemos a una de las curvas de la sinusoide de la figura, a una de sus pendientes. Hace poco pensaba que prefería la frustrante sensación de las lágrimas a que se me hubieran secado definitivamente los ojos. Sigo pensando lo mismo.
La vida sin pendientes elimina los gusanos que nos recorren el cuerpo, así como deja de lado sus lados oscuros.
Es la teoría del cubo: si tratas de llenar el cubo de tu prójimo, rellenarás el tuyo; si le das un golpe al suyo, el tuyo acabará teniendo algun agujero. Podemos rellenar nuestro cubo con limón, alientos u homenajes; hay veces que se ha hecho tan grande nuestro cubo que no alcanzamos a ver qué hay realmente dentro de él, y sólo percibimos el eco de nuestros gritos de ayuda, devueltos sin respuesta hacia nosotros.

Pido ser un punto de la imagen; soy un punto de la imagen. Deseé con toda mis fuerzas caer sobre ella y, una vez cumplidos mis deseos, he de responsabilizarme que se hayan cumplido, tengo que asumir que hace nada estuve ahí en el 1, en lo más alto (o eso creía), y ahora voy cayendo hacia el -1 (o eso creo).
Al final el asumir una creencia es lo que nos lleva a hacerla propia. Quizá sea momento de ver la verdadera magnitud del cubo, y analizar exhaustivamente que puede ser que no esté vacío, sino que no queremos ver que en el fondo quedan algo de ese limón, parte de ese aliento, e infinidad de homenajes.