Todavía con la resaca del eterno viaje a Antequera, trato de cumplir mi promesa con Rafa Herrero y resumir en unas pocas líneas lo vivido en la semana de Fallas, en la que sustituimos los petardos por 2x2, las “mascletàs” por encuentros en el Fernando Argüelles o la “cremà” por una prórroga en la final entre el Barça y el Ademar.
Un viaje de 5 días a Antequera; un sinfín de sensaciones y recuerdos. Unos excepcionales anfitriones como es la familia Berrocal Domínguez, quienes nos adentraron en la gastronomía local con su porra antequerana o su bienmesabe, nos descubrieron la playa de Fuengirola y su pescaíto, o nos mostraron el amalgama de conquistas de aquella tierra con el castillo de Antequera y su estructura de calles más típica de los barrios más altos de Sagunto.
Los recuerdos del paladar y de la historia dejan paso al balonmano. El pasado 17 de marzo empezó la Copa del Rey Antequera ’10. Dos impresionantes partidos de cuartos de final abrieron la competición. En el primero de ellos, Ciudad Real se deshizo del CAI Aragón con más problemas de los esperados, en un impresionante partido de Abalo (aún recuerdo la rosca que dibujó la prensa del día siguiente) y en el que Sergio Ruiz fue descalificado en el 40 por tercera exclusión insistentemente buscada por Chema Rodríguez. En el segundo, se enfrentaban Ademar y Valladolid con el recuerdo del 30-23 que endosaron los de Pastor en el último partido de liga a los de Ribera; otro partido de alto voltaje en el que ambos equipos no cesaron en su empeño de generar situaciones de 2x2 con lateral y pivote en zonas exteriores, que se llevaron los leoneses.
Para el 18 de marzo quedaba completar el cuadro de semifinales. Barça acabó con los sueños de Naturhouse en pocos minutos, mientras que la explosión de emoción estaba por llegar con el Antequera – Reyno de Navarra. La grada empezó a teñirse de verde por momentos, las piernas tenían esa sensación de terremoto que se vive en una “mascletà”, y todo un pabellón expectante de alcanzar por primera vez las semifinales. Los de Ortega dominaron durante toda la primera parte, en la que la defensa antoniana hizo aguas por todos los lados; sin embargo, en la vuelta de vestuarios, el portero y la defensa navarros hicieron acto de presencia, y dos situaciones de superioridad de los locales desaprovechadas acabaron con los sueños de la marea verde que se dio cita en el Fernando Arguelles.
El 19 de marzo, con el descanso de los equipos sénior, dio comienzo la IV MiniCopa, en la que participan los equipos cadetes de los clubes que acceden a la Copa del Rey, una nueva oportunidad para comparar con el nivel de nuestra cantera. Este torneo, que acabó el 21 de marzo, se lo llevo por cuarta vez el Barça, venciendo en la final al CAI Aragón por 40-25.
Ese mismo día tuvieron lugar unas charlas técnicas coordinadas por la organización del torneo que resultaron de gran interés. En la primera de ellas, Josep Espar, director técnico de la FCH, nos habló de la optimización del tiempo del entrenamiento, estableciendo metodologías innovadoras de propósitos en los ejercicios, así como de una planificación efectiva de la sesión y la utilización de medios como la pizarra, justificándose en cómo los jugadores perciben e interiorizan la información, y qué porcentaje de la misma retienen. La segunda tuvo como ponente a José Luis López Becerra, responsable de vídeos de la sección femenina de la RFEBM, quien presentó ante los asistentes las herramientas más utilizadas para la edición de vídeos en el entorno del deporte y qué aplicaciones utiliza él para ayudar a las selecciones nacionales femeninas. La esencia de los mismos radica en el etiquetado de las situaciones, la eficiencia a la hora de realizar los cortes y generar secuencias para los jugadores. Por último, Jorge Jiménez Salas, ex-seleccionador nacional junior y ex-ayudante de César Argilés con la selección absoluta, presentó el análisis que realizó comparando el contraataque de las selecciones territoriales cadetes con la selección nacional masculina y el top 8 de equipos ASOBAL. Según Jiménez, los contraataques todavía viven en la misma estructura de hace 30 años, y resulta necesario aprovechar esta fase del juego debido a que aproximadamente el 33% de los ataques son precisamente contraataques.
El 20 de marzo hicieron acto de presencia las semifinales. En el primer envite, se enfrentaron Barça con Reyno de Navarra. Un duelo bastante desequilibrado a priori y en el transcurso del partido, pues Barça puso tierra de por medio en seguida. Mediada la segunda parte, Pascual puso en pista más fuerza que mente, y los de Villaldea aprovecharon el desorden azulgrana para acercarse en el marcador; no pudieron dar la sorpresa, aunque sí provocaron el congojo entre los catalanes, que ganaron sólo por un gol. El segundo acto deparó la gran sorpresa del campeonato: Ademar – Ciudad Real. Los de Dujshebaev salieron adormilados, fallando infinidad de ocasiones y chocándose con Alilovic, beatificado por los aficionados leoneses, hecho que Ademar aprovechó, yéndose al descanso con 15-8 a favor; pocos de los aficionados manchegos recordaban un marcador así. En el segundo tiempo los actuales campeones de la Champions salieron dispuestos a solucionar en 30 minutos lo que habían tirado en los previos, muestra de ellos el parcial de 0-4 que consiguieron. Y ya, a partir de entonces, Ademar fue administrando la ventaja no sin sufrimiento. En los últimos minutos Vicente Álamo se erigió héroe leonés y los ciudadrealeños marcharon de Antequera con las manos vacías.
Por fin, el 21 de marzo, la final. Se reeditaba la final de Copa de Altea ’07 y la final de la Copa ASOBAL de Barcelona ’08, en la que los leoneses conquistaron el Palau ante los anfitriones. Empezó el partido muy plácido para Barça, que en seguida se puso por delante en el marcador, pero del 25 al 30 los de Ribera dieron indicios de que no iban a regalar una final por la que tanto habían luchado. Mediada la segunda parte el marcador se igualó, y pequeñas diferencias para los dos equipos se fueron manteniendo hasta el 55. Ademar, aprovechando dos pérdidas de los blaugrana, se puso 2 arriba a falta de 2 minutos, pero los blaugrana neutralizaron esa ventaja. A falta de 20’’, posesión para Ademar que pierde quedando 5’’; Dani Sarmiento cogió el contraataque y marcó, pero fue 1’’ después de que sonara la bocina. Quedaba la prórroga, un regalo para aquellos que habíamos estado viendo tantos partidos; un premio al balonmano. Comenzó Ademar animoso, pero Barça se fue 1 arriba al descanso. De nuevo Ademar igualó el partido, y Saric bajo palos decidió que la última Copa del Rey de Barrufet sería la de Antequera ‘10 y no la de Granollers ‘09.
Aunque si se retractara de su decisión de abandonar el balonmano, y aguantara un par de años más, unido a que se dieran varios condicionantes en nuestro club, ¿qué mejor inauguración del nuevo pabellón que viendo a Barrufet bajo los palos en la Copa del Rey Puerto de Sagunto ’12?
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