lunes, 19 de septiembre de 2011

Sobre las dimensiones inconmensurables [Discurso de la boda de Iván y Mari, 17 de septiembre de 2011]


Tras ser el ganador del sorteo que realizaron los novios para determinar quién les iba a dedicar unas palabras el día de su boda, resulta todo un honor encontrarme en esta posición ante todos vosotros. María, como hermana que te siento, gracias por hacerme en unos momentos cuñado de Iván.
Me he pasado los últimos seis meses tratando de encontrar diferentes maneras de medir los elementos que nos rodean, y parece que no utilizamos el mismo metro para obtener el tamaño de un edificio que para saber la longitud de las ramas de un árbol. Existen diferentes dimensiones: euclídea, elíptica, hiperbólica, de semejanza, fractal… Pero, ¿cuál utilizamos para medir las sensaciones? ¿Y los sentimientos?
Para mí, y para todos los presentes, sois una pareja especial. Si preguntáramos uno a uno el porqué de su presencia, todos tendrían un motivo precioso. A continuación os contaré el mío.
Mi motivo no es que Mari haya caminado conmigo durante mis primeros años de carrera, despertar tras despertar, intentando cantar a la vez "y diré lo que siento con todo el cariño y en ti pensaré" sin respirar; tampoco son los momentos en los que la cafeína copaba nuestras sobremesas, ni mucho menos haber compartido el departamento de Física en la academia. Ni por supuesto que me haya demostrado y se haya demostrado que los imposibles no existen.
El motivo por el que estoy aquí no es que me una a Iván una pasión futbolística, una noche en vilo por el partido del próximo día o la ilusión de un éxito deportivo.
Mi excusa real es la cantidad de sensaciones y sentimientos que me han aportado ambos. El día de hoy estaba marcado por el destino, en un calendario que cuando los caminos de vuestras vidas se solaparon sacasteis a la luz.
Iván. Hoy empieza el partido más importante de tu vida. Hoy no hay más partidos; sólo está el tuyo. Y somos testigos de que el balón ha empezado a rodar. En el partido del amor no valen las estrategias, ni tampoco hay tácticas para buscar los puntos débiles del rival. No queremos que tu equipo remate más que el otro; queremos que rematéis juntos. En este partido, el único enemigo es el tiempo. No pierdas la oportunidad de felicitar a tu rival en cada buena acción, pues un TE QUIERO callado nunca se recupera.
María, hoy empieza tu clase más satisfactoria. No te olvides de utilizar las tizas de colores; en blanco y negro, la vida pinta inconsistente. Permite que tu alumno sea tu maestro, y programad juntos un bucle infinito cuya última línea sea un "quiéreme + +;".
Me atrevería a afirmar categóricamente que el día de hoy es la confirmación de que, en la vida de Iván y María, las sensaciones y los sentimientos de los que hablaba antes han convergido en un punto. No podremos definir de una forma precisa la dimensión del amor, pero sí que podemos afirmar que es más grande que cualquier edificio, que el dinero que se guarda en un banco o que la energía de la tostada de Murphy.
Iván y María. El paso que dais hoy representa que tenéis claro que habéis descubierto de una manera recíproca que tenéis al lado a la persona con la que queréis ir de la mano el resto de vuestros días. Caminad juntos, amaneced revueltos, viajad de la mano, dadle luz a la oscuridad del día del otro, trazad una sonrisa con los dedos cuando se crucen vuestras miradas y antojéis un esbozo de lágrima, creced juntos y hacernos crecer.
Para nosotros ya sois grandes, y nos habéis hecho más grandes si cabe. Gracias, gracias y gracias, por hacernos orgullosos y cómplices de este enlace. No nos falléis pero, sobretodo, no os falléis.
Acabaré mis palabras definiendo la esencia de lo que hoy formalizáis ante todos nosotros, con el soneto "Desmayarse" de Félix Lope de Vega.

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Gracias.

1 comentario:

CrisC dijo...

veo con sorpresa y gozo que has vuelto a los manglares siempre extraños del blog

me felicito de esta vuelta

y veo que pareces especializarte en nupciales discursos, bien está: por los amigos todo

espero, no obstante, que diversifiques o, de persistir, te profesionalices y, si te agobian los muchos encargos, me subcontrates

un abrazo, mr. orange