jueves, 15 de septiembre de 2011

110928 Trabajo final de carrera - Agradecimientos


Dimensión fractal de métodos iterativos de resolución de ecuaciones no lineales. Aplicación a la determinación de órbitas de satélites artificiales.


Dicen mis padres que empecé a contar a edad temprana, que recordaba con facilidad los cumpleaños de la familia, y que memorizaba los nombres de las calles con suma destreza. En el colegio, un maestro de Educación Física que sustituyó un día la baja de la maestra de Matemáticas, nos puso a prueba pidiendo que le recitásemos la secuencia de dos elevado a ene; me mandó callar. En mi pre-adolescencia perdí mucho tiempo haciendo a mano las clasificaciones de la liga de fútbol bajo el beneplácito de mi padre y el escepticismo de mi madre. El ahínco de ambos en aras de que el fruto que habían engendrado adquiriera conocimientos sobre Física empezó el día en que en la silla de la cocina le enseñaron a contar con los dedos. Mostrarles mi agradecimiento en las primeras líneas de este proyecto es devolverles una ínfima parte de todo lo que me han dado.
Fue mi hermana quien me cuidó en la ausencia de ambos, cuando no estaban en casa o cuando no quería asumir que estaba creciendo. Tantas veces brújula, prefiere interpretar la demostración del orden de convergencia de un método como una obra de arte pictórica. Al fin y al cabo, siempre será una artista, sin cuyo primer acto habría sido imposible que yo cerrara esta obra.
María, capaz de sanar mis momentos de apnea con una sonrisa, de aportar la paz necesaria para comprender métodos selenitas, o de devolverme al mundo en mis transformaciones lunáticas, no ha escrito nada de este proyecto, al igual que me hubiera ocurrido sin su presencia.
No me ha sorprendido la tremenda profesionalidad con la que han dirigido este proyecto Cordero y Torregrosa, sino la humanidad con la que lo han hecho. Mi pasión por seguir estudiando e investigando es, básicamente, responsabilidad suya. Para mí serán, por siempre, Alicia y Juan Ramón.
Y cerraré los agradecimientos a todos aquellos que me ofrecieron un rincón, de sus casas y sus corazones, en el que me pudiera sentir reconfortado. No son tiempos fáciles para confiar, pero aquí tenéis la muestra de que no os equivocásteis.
Valencia, 2011.

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